Después de pasarte los últimos meses trabajando como un loco por fin ha llegado el momento de lanzar tu producto al mercado.
Has corrido de un lado para otro para verificar que tenías todos los papeles para darte de alta, has diseñado tu página web y lo más importante de todo, has cuidado hasta el último detalle para que tu producto esté perfecto.
No le falta de nada.
¿O sí?
Porque después de trabajar tantos meses y gastarte una fortuna diseñando tu producto, resulta que no tiene éxito. El volumen de ventas no es ni de cerca el esperado y empiezas a ver que en breve tendrás que bajar los precios si quieres generar alguna venta.
Un desastre.
¿Cuál fue el error?
Centrar toda tu atención en el producto y no corroborar antes que es la solución que esperan tus clientes. Has tirado tu tiempo y tu esfuerzo en algo que no interesa a nadie.
Aunque esto te suene un poco exagerado la verdad es que no lo es. De hecho, es terriblemente real. Muchísimas empresas se ven obligadas a cerrar por no verificar sus ideas antes. Por eso, hoy te queremos explicar en qué consiste la metodología Lean Startup, una filosofía que ha desarrollado un sistema para que verifiques si tu idea tendrá éxito con una inversión mínima. Es decir, primero validas y luego vendes.
¿Quieres saber en qué consiste este método y cómo puedes aprovecharlo en tu negocio?
Entonces, no pares de leer y lánzate al mercado con la seguridad de que triunfarás.
¿Qué es el método Lean Startup?
La metodología Lean Startup es un sistema para lanzar negocios (llegó a trascender a las propias startups) que se basa en la experimentación y el aprendizaje constante para optimizar el desarrollo de un negocio en el menor tiempo posible.
Pero antes de entrar a analizar el método, vamos a retroceder un poco en el tiempo para conocer el origen del concepto.
Este término se hizo mundialmente famoso en 2008, cuando Eric Ries publicó el libro El método Lean Startup: Cómo crear empresas de éxito utilizando la innovación continua.
Sin embargo, esta filosofía no la inició Ries. Todo nació en la década de los 80, con el Lean Manufacturaring (producción sin desperdicios) de la empresa de coches Toyota.
Y como te imaginarás por la traducción del nombre, esté método se fundamentaba en la idea de perfeccionar todos los procesos de manera que se eliminase cualquier error. De hecho, hasta identificaron 7 tipos de “desperdicios”:
- Sobreproducción.
- Tiempo de espera.
- Transporte.
- Exceso de procesados.
- Inventario.
- Movimientos.
- Defectos.
Dicho de otra manera, el Lean Manufacturing es la racionalización continua de todos los procesos para potenciar la productividad y la eficacia.
Otra de las fuentes de la que bebió Ries fue la metodología Customer Development de Steve Blank, que describió en su libro The Four Steps to the Epiphany.
Si el Lean Manufacturing de Toyota se basaba en la optimización, Blank añadió el factor de enfocarse al 100% en las necesidades del cliente. De hecho todo su sistema se basa en 4 fases que giran alrededor del consumidor:
- Customer discovery: verificar si hay clientes para nuestro producto mínimo viable.
- Customer validation: el cliente corrobora (o no) que el producto es bueno.
- Customer creation: si has superado las 2 primeras fases, ya sabes que tu modelo de negocio funciona. Ahora toca ampliarlo generando clientes de verdad.
- Company building: con tu propuesta de valor validada y con una cartera de clientes, se crearía la empresa en su totalidad.
Puede que esto último te haya chocado, pero tienes que pensar que la clave de este método es la validación de la idea en vivo y en directo en el mercado. No se formulan hipótesis. Creamos un producto rápido y lo lanzamos para ver si tiene éxito.
Solo cuando verificamos que nuestra idea tiene posibilidades de ser rentable es cuando desarrollamos el negocio. Así evitamos una posible pérdida de dinero, tiempo y esfuerzo.
¿No ves todavía el potencial de la metodología Lean Startup?
Entonces, presta atención al siguiente vídeo donde Néstor Guerra, especialista en esta sistema, te explica su valor.
La metodología Lean Startup paso a paso
Ahora ya sí entramos a analizar este método para definir si nuestro modelo de negocio tendrá éxito o no. Este sistema se basa en 3 fases: construir, medir y aprender.
1. Construir
Una de las cuestiones más curiosas de este modelo es que plantea el sistema al revés. Lo normal es que la empresa (también es válido para un autónomo o un profesional) invierta gran parte de su presupuesto en desarrollar un producto que mima hasta la saciedad.
Y luego lo lanza y espera a ver si el mercado lo acepta.
Piénsalo ahora un segundo: ¿no sería más lógico crear un producto básico (el mínimo viable) y comprobar si tiene éxito? Si no lo tiene, lo puedes descartar sin haber malgastado dinero y energías. Y si lo tiene, entonces ya sí, podremos crear una versión mejor con la tranquilidad de saber que existe demanda.
Según el Lean Startup el orden sería el siguiente:
- Defines tu propuesta de valor.
- Creas tu producto.
- Verificas con los clientes.
Aquí no se pierde tiempo con hipótesis que luego puedan fallar. No hay mayor certeza de que un producto funciona que comprobar que el cliente lo compra.
2. Medir
Ahora que tenemos nuestro producto mínimo viable, toca medir . Hay que comprobar múltiples variables:
- Por qué tiene éxito
- Por qué no.
- Con qué segmento de clientes.
- Qué gusta más.
- Cuáles son las objeciones de venta.
- Etc.
Recuerda que según el Lean Startup el cliente tiene todas las respuestas, solo hay que preguntar.
3. Aprender
Con los datos en la mano ha llegado el momento de tomar decisiones: ¿sigues adelante con ese producto o lo desechas?
Si la experimentación en el mercado ha resultado mala, no te angusties ni te sientas mal. Al final, lo que has hecho es evitar perder muchísimo dinero y tiempo. Y eso, sin duda, es una estrategia inteligente.
Si tu primer producto fracasa, no pasa nada. Vuelve a crear un producto mínimo viable y testéalo de nuevo en el mercado.
Antes o después aparecerá esa idea que funcionará y que te permitirá desarrollar tu negocio.
Valida siempre tu idea de negocio
Cuando hablamos de cómo crear un plan de marketing, ya vimos que uno de los motivos por los que muchas empresas y autónomos fracasan es porque carecen de una estrategia. No cometas tú ese error y usa la metodología Lean Startup para saber que tú producto tendrá éxito.
Acabamos con una frase de Steve Blank: The company that consistently makes and implements decisions rapidly gains a tremendous, often decisive, competitive advantage.
“La empresa que constantemente toma e implementa decisiones gana una tremenda (muchas veces decisiva) ventaja competitiva”.
¿SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA?